Muere electrocutado mientras se masturbaba con pelota de ping pong

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Fue un final divertido.

Un hombre ha muerto, y no hay forma de decirlo con delicadeza, con una pelota de ping-pong en el trasero, después de electrocutarse durante una sesión de placer propio que salió terriblemente mal.

El impactante incidente fue detallado en la revista Legal Medicine por médicos del Hospital Universitario Hradec Králové, donde se realizó la autopsia.

Los autores dijeron que el hombre de República Checa de 30 años estaba tratando de satisfacer simultáneamente múltiples fetiches atípicos, una práctica conocida como parafilia autoerótica.

Sus métodos poco ortodoxos de autoestimulación incluían "envoltura corporal, travestismo, masoquismo anal, autofetichismo y estimulación del abdomen inferior con un dispositivo de masaje mecánico eléctrico".

Según el informe del caso, los padres del soltero se dieron cuenta de que algo andaba mal después de que su hijo, que vivía en el mismo apartamento, no abrió la puerta cerrada con llave a pesar de que tocaron varias veces.

Llamaron a los bomberos, quienes forzaron la puerta con una palanca, luego de lo cual vieron el cuerpo sin vida de su hijo tirado en el piso.

Llevaba un "traje de baño de mujer de una pieza" mientras que sus extremidades inferiores, tronco y cuello estaban fuertemente atados con correas de plástico y tela, según el estudio de caso.

Junto a su cadáver había un dispositivo de masaje eléctrico de una mano con signos de "desgaste" que supuestamente había usado en sus regiones inferiores, informó el Daily Mail. Un examen posterior reveló que la ayuda automática para la masturbación había funcionado mal cuando estaba enchufada, mientras que las quemaduras en la piel sobre el pene del hombre correspondían a la forma del dispositivo.

Esto llevó a los autores a deducir que el hombre había muerto debido a una "electrocución fatal accidental" relacionada con la "manipulación autoerótica".

Mientras tanto, una autopsia posterior reveló un "cuerpo extraño extraño" en su intestino, que los médicos identificaron más tarde como un "preservativo elegante en una caja de plástico translúcido". Pegado a él había una etiqueta inscrita con el nombre de pila de la víctima.

Y eso fue solo la punta del iceberg autoerótico. La sonda post-mortem también descubrió una "pelota de ping pong unida a un cilindro de plástico" que el hombre había alojado en su recto.

Como resultado de su peligroso decatlón carnal, el hombre había sufrido congestión de órganos internos, así como inflamación en los pulmones y el cerebro debido al líquido atrapado. Mientras tanto, también tenía sangre atrapada en la cámara de su corazón.

Desafortunadamente, este está lejos de ser el único ejemplo de parafilia, definida por los autores del estudio como "patrones de comportamiento sexual que involucran prácticas sexuales inusuales y socialmente inaceptables".

"En la literatura profesional, hay al menos 500 tipos o variantes de parafilia, muchos de los cuales pueden resultar, ya sea en un escenario autoerótico o asistido, en un desenlace fatal", escriben los autores.

Una práctica parafílica notable es el "sonido uretral", en el que los pervertidos intentan estimularse metiéndose objetos extraños en la uretra, desde pilas AA dobles hasta adornos navideños y una cuerda de seis pies.

En 2021, a un hombre de Michigan se le clavaron seis frijoles en el pene durante uno de esos intentos de gratificación sexual.